Primavera 2010. Con el buen tiempo comienzan a florecer los iris, las margaritas, las rosas, la glicinia y algunas más. Ya es un placer sentarse en cualquier rincón y observar las nuevas flores, las nuevas hojas.
Me gusta pasar ratos recortando los evonimus para mantener su redondez, cortar flores para el jarrón o sentarme a leer en la silla junto al rosal de pie alto. Aquí dejo algunas fotos de la nueva temporada.
En la zona más baja de mi jardín resultaba especialmente difícil conseguir que el césped se estableciera bien. Después de mucho tiempo intentándolo y tras repetidos fracasos, decidí enfocar ese espacio de otra manera.
La opción de la grava no era por entonces lo que más me apetecía (yo quería que se viera todo verde), pero cuando terminé el trabajo y observé el resultado, quedé completamente convencida de haber acertado. No sólo resultó ser limpia y decorativa, además su mantenimiento era menos complicado que el del césped y mucho más económico.
Mi jardín es un pequeño espacio verde, de unos 40 m2, en la parte trasera de casa. Está orientado hacia el mar Mediterráneo y unos 5 Km de él.
He procurado introducir plantas no muy exigentes en cuanto a recursos hídricos y mantenimiento. Sólo me he permitido dos caprichos: una zona reducida de césped para refrescar las tardes de verano y unos pocos rosales.
Casa y Jardín 